Cada pieza es una manifestación del diálogo entre el yo visible y el yo oculto. A través de imágenes oníricas, composiciones cargadas de simbolismo y una paleta vibrante, la artista traza el recorrido hacia la auto aceptación y el amor propio, abordando temas como la identidad, la salud mental y la multiplicidad emocional del ser. El lugar elegido para esta primera muestra no fue casual. El Museo Costumbrista de Sonora, ubicado en el corazón de Álamos, no solo es un espacio cultural relevante, sino un territorio emocional para la artista. Es en este lugar donde NIKO descubrió por primera vez el poder del arte y, por ello, decidió que no podía iniciar su camino expositivo sin regresar al sitio donde todo comenzó. Exponer ahí es parte misma de la narrativa de esta catarsis. En 2024 se replico esta exposicion en Hermosillo, Sonora segundo hogar de NIKO.